"Recordemos que el suceso acaeció la madrugada del 17 de marzo de 2016: la madre, presa de los nervios, intentando huir de las llamas, saltó desde un segundo piso, perdiendo el equilibrio; en la caída se lesionó cuatro vértebras y se fracturó piernas y tobillo.
Ahora, el único indicio que nos recuerda la tragedia es una gran bombona de oxígeno que permanece en el cuarto de baño, a la espera de comprobar su estado en el Hospital Infanta Margarita de Cabra, donde tiempo atrás le fue prescrita al padre su utilización. Antonio nos recibió el primer día esperanzado y contento: sus hijos de nueve, siete y tres años por fin se han atrevido a entrar en esta su casa y les ha gustado el aspecto de una vivienda nueva, sin restos de humo ni cenizas, como la veían cuando cerraban los ojos.
Estos niños han pasado unos duros momentos desde la hospitalización de su madre, temiendo por ella, y la posterior adaptación a un nuevo centro escolar en la provincia de Málaga (donde se trasladó la familia al principio del periodo de convalecencia de la madre), sin olvidar el hecho, difícil de superar, de haberlo perdido todo. Por eso, han contado con el apoyo psicológico de una profesional que, de forma altruista, les ha asistido en todo momento.
En la primera visita a este domicilio nos llevamos una agradable sorpresa, al descubrir un piso reparado, recién pintado, con puertas y ventanas, solería, sanitarios, calentador… todo nuevo, incluida la instalación eléctrica, que quedó dañada. Todo preparado, esperando volver a ser habitado de forma permanente.
En esta segunda visita salimos con una sensación agridulce. Por una parte, convencidos de que con la colaboración del CEIP Al-Yussana se ha realizado una gran labor ayudando a esta familia que perdió todas sus pertenencias. Pero, por otra parte, no podemos evitar conmovernos al ver las profundas heridas que marcan piernas y espalda de la madre (que permanece durante toda la reunión postrada en un sofá), imaginando esos interminables dolores de espalda y molestias que relata que sufre. Aún necesitan la ayuda de familiares y amistades para terminar de instalarse.
Un sentimiento de satisfacción nos invade ahora al entrar en la cocina, buscada, elegida y gestionados su transporte y montaje por esta AMPA. Los gastos de esta, incluidos electrodomésticos, han sido costeados gracias a la colaboración de las familias del colegio y, en especial, a la generosa contribución de una de ellas. Realmente este es uno de los objetivos de esta visita: comprobar in situ el estado del montaje y la adaptación a su cocina. Podemos mostrar nuestro orgullo con el resultado final. Nos tranquilizó comprobar, además, que en la hornilla había una gran sartén de arroz y el frigorífico contenía alimentos.
Esa campaña de ayuda, solicitada desde el colegio y con la participación de la AMPA, desató una gran generosidad, ya que fueron muchos los enseres y objetos donados por padres y madres de nuestro alumnado: batería de cocina, olla exprés, vajilla, vasos, batidora americana, mesa camilla pequeña, mesa cuadrada con tarima, mueble baño bajo-lavabo, ropa de cama (edredón, colcha, sabanas de diferentes medidas, manta), toallas de baño y playa, cortina estor, cuadros, colchones, somier, móvil nuevo y tarjeta de recarga, etc.
Para terminar, querríamos agradecer de corazón las desinteresadas donaciones que han conseguido que esta familia de nuestro colegio pueda volver a habitar su casa. Con un poco de la ayuda de cada uno/a, hemos demostrado una vez más una gran solidaridad, una de las señas de identidad de nuestro centro.
A TODOS Y TODAS, MUCHAS GRACIAS."
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