Escobas, recogedores, fregonas, cubos, sábanas, cubiertos, tendederos... han sido hoy, 26 de enero, algunos de los objetos a los que tuvieron que "enfrentarse" niños y niñas de infantil para vivir una experiencia conjunta, dentro del taller de coeducación llevado a cabo por diversos papás y mamás de la AMPA de nuestro colegio, del cual ya han tenido ocasión de disfrutar otros grupos en fechas anteriores. Todo el mundo pudo demostrar sus habilidades y aprender otras nuevas, desde hacer las camas hasta tender la ropa o poner la mesa con la vajilla en su lugar correspondiente.
Y es que hay muy buenas razones para que chicos y chicas de todas las edades colaboren en las tareas de casa. Así, a corto plazo:
- Aprenden a conocer el mundo que les rodea: nombres de las cosas, uso, manejo.
- Ejercitan sus habilidades motoras: de fuerza, precisión, levantan pesos, distinguen tamaños.
- Incentivan los cinco sentidos: palpan formas, olfatean olores, agudizan el oído.
- Reciben estimulación lingüística, social, intelectual...
- Adquieren cualidades como perseverancia y capacidad de concentración.
A mediado plazo ven que con su trabajo y esfuerzo pueden aportar algo a la familia (se sienten útiles), observan que hay confianza hacia ellos/as y adquieren así diversas habilidades y destrezas.
Finalmente, con más tiempo, adquieren autonomía, responsabilidad, espíritu de colaboración y sentido de igualdad y corresponsabilidad.
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