Uno de los objetivos que para este curso se tenían pendientes era el de propiciar, si fuese posible y si hubiese suficientes recursos, que el alumnado de los diferentes niveles pudiera disponer a lo largo del curso de diferentes sesiones para, en su transcurso, poner en práctica el método científico a través de pequeños experimentos, de forma lúdica y atractiva pero no por ello menos instructiva. Al final está siendo nuestra compañera Silvia la que está llevando con ellos los distintos mini-talleres, rotando por todos los grupos periódicamente y llevándoles atractivas actividades que pueden desarrollar "in situ" y que podrían dar pie a profundizar en el tema, despertando el espíritu de investigación que siempre posee la juventud y que en contadas ocasiones se potencia dada la exhaustividad y rigurosidad del currículum escolar.
Son varios los experimentos realizados, sencillos de poner en marcha y que no requieren de grandes alardes en cuanto a preparación o materiales: un globo que se infla solo al mezclar bicarbonato sódico y vinagre, por ejemplo; una lata que se mueve sola al ponerla boca abajo sobre un plato con agua y calentar esta (a consecuencia del calentamiento del aire de su interior)... Son dos muestras, pero hay y vendrán más (ver entrada anterior aquí) que servirán para abordar temas como el cambio de estado de la materia, tal y como aquí ocurre. Y la verdad es que son atractivas para los y las escolares, como puede deducirse de las siguientes imágenes.
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