Desde hace años se viene haciendo un importante esfuerzo en muchos aspectos y en buena parte del mundo para acabar con la discriminación por razón de género y promover la igualdad de oportunidades y trato entre mujeres y hombres. Pero la realidad pura y dura nos indica que todavía queda un largo camino para conseguirla en toda su plenitud, para lograr que esta sea totalmente efectiva. Este es el motivo por el que una y otra vez se lanzan campañas para llamar la atención sobre dicha situación y concienciar a la sociedad de que no se puede discriminar ni infravalorar a la mitad de la población, sino considerarla a todos los efectos como una parte de un todo, la humanidad, tan o incluso más valiosa que la otra.
En este ámbito se circunscribe nuestra campaña del mes de marzo, mes de la mujer por antonomasia. En realidad, tanto el hogar como el colegio son los dos espacios más importantes para que nuestros jóvenes construyan un futuro más solidario, más igualitario. En esas estamos.
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