Se parte de la idea de que ponerse un sombrero (blanco, rojo, negro, amarillo, verde, azul) es equivalente a adoptar un papel determinado, una manera diferente de actuar con respecto a los demás. Así:
- Ponerse el sombrero blanco significa actuar objetivamente, proporcionando datos y cifras.
- Ponerse el rojo implica actuar emocionalmente, dando pasos a las intuiciones o sentimientos.
- El sombrero negro representa el juicio crítico centrado en las desventajas, carencias o factores negativos.
- El amarillo permite contemplar una visión optimista, centrada en las conveniencias y factores positivos.
- El verde supone adoptar el papel de la creatividad y la generación de ideas.
- Finalmente, el sombrero azul corresponde a la función del director/a de la orquesta, del coordinador/a.
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