Cada niño o cada niña tiene derecho a ser diferente, por lo que es necesario educar valorando las diferencias individuales y las cualidades personales. Y eso se lleva a cabo a través de la coeducación. Coeducar supone eliminar estereotipos o ideas preconcebidas sobre las características que deben tener niñas y niños, chicos y chicas, mujeres y hombres. Su objetivo es hacer personas dialogantes e implica respeto y tolerancia, por lo que es una garantía para la prevención de la violencia.
En el marco de actuación de la igualdad es prioritario trabajar con los niños y las niñas puesto que los estereotipos y roles de género se aprenden en la primera etapa de la vida, tanto en la escuela como en la familia (que desempeña un papel fundamental para hacer efectiva la igualdad de oportunidades entre ambos sexos).
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